Emiliano Pérez Mencía – Valles de Benavente. Fiestas y tradiciones [2007]

Las fiestas, así como los ritos que en ellas se dan cita, deben ser consideradas como referencias culturales de primer orden, porque han servido de crisol de viejas creencias, costumbres y modos de ser y actuar, tanto de las personas como de los grupos sociales a lo largo del tiempo.

Si se analizan los elementos más antiguos que se encuentran en algunos de estos ritos festivos encontramos huellas o signos de culturas diferentes y de origen distinto, en muchos casos prerromanos.

No cabe duda de que la llegada del cristianismo supuso la adaptación de muchos de ellos a la nueva religión, que el paso del tiempo los fue modificando y afianzando, aunque esto no impide que puedan ser identificados en la actualidad, como componentes de lo que conocemos como tradición.

Castilla y León es una de las comunidades autónomas más ricas en lo que se refiere al patrimonio etnográfico, folclórico y festivo. El ser la región más extensa y con mayor dispersión de la población de España, hace que su variedad festiva sea aún mayor.

Aunque todas las tradiciones merecen atención, como se puede comprobar por los estudios ya publicados, hay zonas en las que el conocimiento tiene ya muchos pasos dados, como las de Aliste, Sayago y Carballeda en la parte occidental, donde se han conservado mejor debido a su aislamiento de los cambios culturales de los últimos siglos.

Pero en otras zonas menos estudiadas y conocidas, como los Valles de Benavente, se mantienen en la actualidad unas serie de fiestas y tradiciones de aspecto singular, algunas de las cuales recoge el presente libro. Lógicamente no están todas, se trata de un primer acercamiento, pero sí una parte de aquellas que más destacan.

En esta época de cambios y modernidades, todavía se conservan, e incluso se recuperan, tradiciones y fiestas de indudable interés. Dejar constancia de ellas, tal y como se celebran en la actualidad, sirviéndome del testimonio de sus protagonistas, es lo que me propongo.

La Iglesia ha marcado, y sigue marcando, el calendario festivo, aunque, en las celebraciones concretas, los organizadores se guíen, en ocasiones, más por motivos profanos y folclóricos que religiosos, llegando a cambiar las fechas tradicionales por otras que convienen más a los vecinos, muchos de ellos ausentes de los pueblos por más de una generación, pero que vuelven a ellos de vacaciones.

Entre estas fiestas hay que destacar los ciclos de Navidad: Pastoradas, Reyes Magos, Belenes, etc. y de la Cuaresma y Pascua: Via Crucis, Tinieblas, Encuentros, representaciones de la Pasión, etc.; Las fiestas patronales: San Antonio, San Miguel, Santa Bárbara, San Blas, etc.; Las de las cofradías: San Antón, San Isidro, El Cristo, las Ánimas, etc.; Las de las Asociaciones: Las Cándelas, las Águedas, etc.

Pero hay otras, más antiguas, como son las ligadas a las estaciones y las cosechas: Carnavales, Mayos, Enramadas, Magostos, Rogativas, Noche de San Juan, etc. Y otras que tienen su origen en las actividades de los concejos medievales, como las Yeras o Hacenderas, el Pan de la Veguilla, etc.

Al tiempo que recordamos el pasado, queremos contribuir a que estas fiestas y tradiciones religiosas o no religiosas, desconocidas para muchos, tengan un sentido de permanencia en el tiempo, pues no dejan de formar parte de un legado que nos ayuda a conocer un poco más la forma de pensar, creer o vivir de nuestros antepasados.

El libro se compone de una recopilación y selección de los reportajes que sobre este tema fueron publicados durante los años 2006 y parte del 2007 en el semanario La Voz de Benavente y Comarca, a cuya dirección agradezco las facilidades que me han dado para hacerlo.

Los textos se refieren a diferentes pueblos de Los Valles, dentro del partido judicial de Benavente. Cada capítulo va acompañado de varias fotografías, seleccionadas para ello y con el fin de que reflejen del mejor modo posible el acontecimiento festivo. No están todas las fiestas y tradiciones, pero sí una parte de ellas, suficiente para valorar su importancia. El trabajo se puede completar incorporando otras en el futuro y en una nueva edición.

Tengo que destacar y agradecer el interés de la Directiva del CEB “Ledo del Pozo” en apoyar este tipo de estudios y publicaciones que contribuyen, sin duda alguna, a dar a conocer, y al mismo tiempo revalorizar, la tradición popular. Mi agradecimiento también a cuantos me han informado sobre sus fiestas, las fiestas de sus pueblos, en muchos casos los sacerdotes, en otros, vecinos pertenecientes a cofradías o asociaciones, o simplemente personas amantes y defensores de lo suyo, como me demostraron en numerosas ocasiones.

Por supuesto, mi agradecimiento también al Ayuntamiento de Benavente y a Caja España, cuya aportación económica, ha contribuido a que esta publicación, como las demás del CEB “Ledo del Pozo” sean posibles.

No puedo olvidarme tampoco de Elena y Roxana, pues, gracias a su corrección y revisión de pruebas, el libro se presenta de la mejor forma posible.

Emiliano Pérez Mencía

Julio 2007